El bar de los lamentos
“Y un vino para despenar se encontraba en Panteón 1131, barrio Recoleta, en las cercanías del Cementerio General, cercano a la puerta de Santos Dumont. La ubicación era casi al llegar a Independencia. (...) En el bar Quitapenas, en más de noventa años, con grandes jarros de vino se despidieron miles de duelos y se evocaron las cualidades de los muertos. Es sabido que en Chile no hay muerto malo”.
El Santiago que se fue
Oreste Plath
Fonde de Cultura Económica
Página:
89
Año de publicación:
2010
Edición:
8
ISBN:
978-956-289-082-3
Genero:
Crónica