Regreso
Santiago resulta sombrío cuando se vuelve del campo. Además, uno lo ha limpiado, en la memoria, de papeles amarillos y polvo, de gente desaseada, de malas caras. Todo eso, y el aire encerrado, el horizonte circunscrito, la horrible Estación Alameda, deprimen a quien regresa.
Puede traer esperanzas, como yo traía esperanzas, pero la llegada a Santiago no es buen escenario para sueños. Contrasta con ellos.
Gracia y el Forastero
Guillermo Blanco
Zig-Zag Editores
Página:
138-139
Año de publicación:
1964
Genero:
Narrativa