En este país no hay pobres
Si él diera un paseo, como lo hice yo esta mañana, por Moneda hasta avenida Brasil, pasando por las calles San Martín, Roberto Pretot y Fanor Velasco, volvería con otra impresión a su palacio. A tan pocas cuadras del centro ya es posible toparse con la miseria en todas sus formas: desde los muchachos que aspiran neoprén, hasta el hombre que duerme la borrachera sobre la acera, como si estuviera muerto, sin que los mendigos que se agrupan en torno a los tarros de basura le presten la menor atención.
1988...y el general bajó al llano
Esteban Tomic
Cesoc
Página:
197
Año de publicación:
2003
Genero:
no ficción