Callejero, ambulante, vendedor ambulante
Da unas vueltas por las calles, recorre completo el Paseo Ahumada, lee los titulares de los diarios, mira algunas vitrinas y camina otro poco. De nuevo se instala con su plástico, ordena los frascos de acetona y los colgadores de ropa; esta vez se pone en una esquina, frente a un banco. El amigo que le dio las instrucciones no pudo acompañarlo porque trabaja en el Persa, y tampoco pudo invitarlo a ese sector porque ya está lleno. Sin embargo, su consejo fue muy claro: "Tenís que gritar fuerte y entonado".
Crónicas de la otra ciudad
Carlos Piña
FLACSO
Página:
25
Año de publicación:
1987
Genero:
no ficción