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Historia de un rincón olvidado de Santiago

El Hotel Oddó es un reliquia excéntrica que fue construida a comienzos de los años treinta cuando el verdadero, el que estaba en Ahumada con Huérfanos, fue demolido para dar lugar al Pasaje Matte. El dueño era el hijo descarriado de una familia de mineros del norte que había nacido en el hotel, por lo que le tenía un cariño exacerbado al nombre. Aspirante a poeta y diplomático frustrado, Emilio Gérard North construyó el hotel en el estilo neoclásico y lo ubicó a pasos de la Estación Mapocho, por la calle Morandé con General Mackenna.

Gérard construyó su hotel pensando en los viajeros de los grandes barcos que llegaban a Valparaíso y de ahí tomaban el tren a Santiago para bajarse en la vecina Estación. Muchos intentaron convencerlo de que ése no era el lugar adecuado. Tenían razón. A los pocos años de inaugurado, el confort parisino era aprovechado por bohemios que comenzaron a arrendar sus piezas como estudios, talleres o bulines. Cuando Gérard North se suicidó por amor en la suite principal, su madre vendió el Oddó a un inmigrante checo que lo transformó en varias cosas a la vez: hotel galante, pensión universitaria y hotel de segunda para viajeros de provincia. También transformó las habitaciones más grandes en departamentos. Hoy el hotel es un monumento nacional muy mal tenido, con el papel descascarado y humedad de sobra. Su restorán es un bar que sirve pipeño y el salón de baile es un billar. Pero hay gente a la que le gusta vivir o alojar ahí y todos se respetan. Desde los mochileros israelíes a las prostitutas del barrio, pasando por los amantes subrepticios y los tipos que están en problemas.

Tinta Roja
Alberto Fuguet
Alfaguara
Página: 309
Año de publicación: 1996
Genero: Narrativa
Tags: Santiago