Producto de la flojera
La construcción fue hecha por los presos de la Cárcel, vigilados por la gendarmería, y aquí hay que alabar la visión del Intendente Toro que estableció el trabajo obligatorio acabando con la ociosidad de los asilados de todo presidio. Este camino no se terminó, fue desde Playa Ancha hasta la quebrada de Jaime, y desde este punto se trazó en todos los cerros que faltaban hasta el Barón, un estrecho sendero de una vara más o menos indicando con él, el trazado posterior que no se ha continuado, esperándose talvez de un mandatario como el Intendente Toro, una ley que se está haciendo necesaria en el ambiente actual asfixiante que nos rodea: la ley del trabajo obligatorio que acabaría con los ociosos de las vías y paseos públicos que a todas horas exhiben su flojera eterna que es el comienzo de todos los vicios, borracheras y hasta crímenes.