Plaza Colón
“Escobar, Secretario del Comité Huelguista, condujo la pública que repletó la Plaza Colón. Ahí, las palabras del anarquista Luis González y las vivaces de Recabarren fortificaron el temple de los huelguistas. Hacia las siete y diez, el cielo de Antofagasta fue incendiado por un infame baleo de tres minutos: los comerciantes bajaron los ojos de Cristo en la Iglesia, cambiando su gesto meloso por el ceño de las armas. Surgió una “Guardia de Orden” que, unida a los marinos del “Blanco Encalada”, permitió a la muerte devorar, tranquilamente, un espléndido racimo de corazones…”
Norte Grande
Andrés Sabella
Orbe
Página:
122
Año de publicación:
1944