Fundación Ciudad Literaria

“El padre Ovalle, que sabía embellecer cuanto veía, pone cautela y se resguarda al tratar del Mapocho, en su hermoso libro: ‘Por la banda del norte, baña a esta ciudad un alegre y apacible río, que lo es mientras no se enoja, como hace algunos años, cuando el invierno es muy riguroso y llueve, como suele, porfiadamente, cuatro, ocho y tal vez doce y trece días sin cesar; que en estas ocasiones ha acontecido salir por la ciudad y hacer en ella muy grande daño, llevándose muchas casas, de que aún se ven hoy las ruinas en algunas partes”