Los amantes más desventurados
Pasa un remolcador que muele el rosa del agua y espanta a las gaviotas. No necesita puente la mirada. Los amantes se besan en el pretil del Calle-Calle, junto al Paseo. Siempre son ellas las más ansiosas. Se muerden, se acarician, se despiojan como catitas de amor, aislados de todo ambiente, también dentro de su jaula. Todo pasa entre los dos, dentro de los dos. No necesitan de barca para navegar en este río que va perdiendo los colores del día.
Los amantes más desventurados, los más solos, los más pobres, se refugian en la radio portátil.
Diario íntimo
Luis Oyarzún
Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad de Chile
Año de publicación:
1995
Genero:
Diario