Fundación Ciudad Literaria

Vamos caminando al ascensor más extraño de la ciudad. Es un ascensor Edgar Poe. Un túnel, una torre y un puente. Es de dos pisos. A su lado la eterna escalera de los pobres. Todo es escaleras en Valparaíso. Hasta los mercados. Primero el túnel. La catacumba. Jamás se pudo imaginar algo así. Con luces de día. Cien luces en línea. El túnel tiene 150 metros. Es húmedo, fúnebre, interminable. Obscuro, no obstante las luces. Miles de habitantes de Valparaíso no conocen el ascensor de los suicidas. La torre del Polanco atrae a los desesperados como la Roca feliz, al otro lado, donde se pone el sol.